Terrorismo de Estado: negocios económicos a costa de vidas humanas

Un paseo por el mundo nº 16

La postura habitual de los gobiernos occidentales consiste en mirar para otro lado y priorizar los intereses económicos en lugar de afrontar la preponderante contribución de los países wahabitas (corriente religiosa islamista) como Arabia Saudí y Qatar a la difusión del discurso de odio salafista (movimiento político-religioso fundamentalista sunitas) y su importancia en la legitimización de la violencia como método para imponer su visión rigorista del Islam. El principal objetivo es el negocio. Pero los países occidentales necesitan una coartada para defender ante la opinión pública sus relaciones comerciales, empresariales y políticas con la dictadura de los Saud (dinastía de la familia real de Arabia Saudí).